¿Cuál es el nuevo Rey del Mundo? Sorprendente
hallazgo
En
este blog se presenta un tema de actualidad, en tono irónico, aunque sin
dejar de mostrar la preocupación por lo que existe como realidad subyacente; la
omnipresencia de los teléfonos inteligentes, Ipod o cualquier otro nombre. Es
cierto que facilitan la conexión y a veces la comunicación, que permiten el
acceso a Internet e información valiosa
en tiempo real (en un desastre es muy útil) y a otras cosas, que usadas con
prudencia y sentido crítico, mejoran la vida; pero muchas veces tienen efectos secundarios
indeseables.
Es
una paradoja. Las paradojas son divertidos juegos mentales, pero a veces son
amenazas o peligros reales. Y aunque me refiero a los estudiantes, también es
un problema para los ejecutivos y colaboradores de una empresa, pública o
privada. En ese caso, no se verá afectada la capacidad de lectura para aprender
o redactar documentos para cumplir con
exigencias académicas; se reducirá la productividad y capacidad de trabajo y
ello afectará la rentabilidad de la
empresa.
En
la universidad promedio es difícil lograr que los alumnos lean unas cuantas páginas
o escriban documentos si la condición es la lectura previa de algunos libros. La
lectura de diez páginas es una tortura, la redacción del documento es una tarea
imposible, pero sorprendentemente pueden
pasar las 25 (veinticinco) horas del día usando el teléfono inteligente sin pestañear,
sin inmutarse, olvidando hasta el hambre y la sed, sin cansancio ni aburrimiento.
Creo
que el nivel educativo en las universidades, sobre todo en aquellas creadas porque
el negocio es rentable y no por el altruismo de la educación, es mínimo no solo porque estas “empresas”
menosprecian la calidad deductiva; es también atribuible a ellos ya que al ser dependientes
de su teléfono inteligente, han perdido la voluntad,
el empuje y la fuerza necesarias para buscar y aceptar una educación de
calidad.
Claro
que existen universidades donde la calidad educativa es la meta, creadas por personajes
decentes y visionarios, que no buscaron el lucro salvaje y desmedido, sino la formación
de profesionales que ayuden a mejorar su sociedad. Tuve la fortuna de estudiar
en una buena universidad, en la cual la vocación
por la lectura se desarrollaba desde el primer día de clases y para quien la tuviera por naturaleza, era más fácil.
Si
se podía leer cincuenta páginas, era posible
pasar a cien, luego a quinientas. Ya no
había límites ni excusas, y eso ayudaba a desarrollar pensamiento propio y crítico.
Desde pequeño llevé conmigo los viruses de la vocación por la lectura y la curiosidad,
y nunca pude ni quise deshacerme de
ellos. Para los jóvenes de estos tiempos, parece que les aplicaron una vacuna malévola que
exterminó estos viruses. Un pequeño detalle: la Universidad donde estudié tenía
una biblioteca grande y maravillosa; las “universidades –bodega” tienen unos
cuantos estantes y libros, en realidad son parodias o caricaturas de una biblioteca universitaria,
y casi nunca se ven alumnos por allí.
Los
Illuminati es un grupo es acusado de conspirar para imponer un gobierno mundial, un
dominio capitalista y/o una economía
planificada. El grupo foro de Bilderberg, reunión
anual a la que asisten aproximadamente 130 personas más influyentes del mundo
es cuestionado por lo mismo. Pero no son tan reales como los Ipod o teléfonos
inteligentes.
En
Internet, se cuentan cosas curiosas como las conspiraciones para el dominio y control
del mundo por los grupos anteriores. Mucha fantasía, quizá haya algo de verdad, pero lo cierto que
si existe un "rey del mundo" ahora. Lo presento en una secuencia de imágenes,
que espero lleven a la reflexión; algunas
provocarán sonrisas, otras incomodidad,
pero me gustaría que lleguen al final y me expongan sus puntos de vista. Las discrepancias
estarán presentes, pero es mi punto de vista formado al observar el entorno. .
Ludwig Wittgenstein (Viena, 26 de abril de 1889 -
Cambridge, 29 de abril de 1951), filósofo, matemático, lingüista y lógico
austríaco escribió el Tractatus logico-philosophicus, su primer libro y el único publicado en vida. En esta obra demuestra la vinculación
estructural (o formal) entre lenguaje y mundo, de manera que «los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo» (Tractatus: § 5.6).
Aquello que comparten el mundo, el lenguaje y el pensamiento es la forma lógica (logische Form) que nos
permite crear figuras del mundo para
describirlo.
¿Cuáles la asociación con los teléfonos
inteligentes? La pérdida de la vocación por la lectura lleva a un empobrecimiento
del lenguaje, con ello a la disminución
de la amplitud y calidad del mundo personal. La creatividad, la iniciativa, la proactividad,
la visión se reducen drásticamente. Naturalmente,
como en el caso de las universidades, también hay excepciones, Existen por suerte
jóvenes que saben usar muy bien estos aparatitos, que son herramientas para
ellos y no mecanismos diabólicos que los controlan. Ellos ayudarán en el avance
del conocimiento y la justificación de
las universidades.
Si Wittgenstein resucitara, volvería
a morir viendo la pobreza del lenguaje de los jóvenes y por ende, la limitación
del mundo. Ludwig fue afortunado, creció en una familia rica hogar que tenía
un ambiente excepcionalmente intenso para la realización artística e intelectual;
sus padres eran aficionados a la música y todos sus hermanos tuvieron dotes
intelectuales y artísticas. Esto no significa que
solo en la riqueza se puede acceder al conocimiento y la creación; también existe voluntad de aprendizaje y superación
a pesar de las limitaciones materiales; y también a pesar de los teléfonos inteligentes.
Referencias
Ludwig Wittgenstein
Los illuminatus de Baviera
Grupo
Bilderberg